La magia de las páginas web nos seduce.
Gary Small, en la universidad de UCLA, demostró que en pocos días, el uso
de la red crea nuevas conexiones en zonas dormidas de nuestro
cerebro.
No es, sin embargo, gratis. Acabamos destruyendo otras capacidades que
teníamos.
De manera similar a como twitter ha arrasado los blogs, leer cuatro líneas
rodeadas de imágenes llamativas, de enlaces interesantes, nos elimina la
capacidad para realizar una lectura profunda y tranquila. Imaginad lo que
cuesta escribir alguna cosa que tenga sentido... A mí me ha costado meses.
Pasa el tiempo y la frugalidad nos devora. No encontramos
espacios para pensar. Escuchaba en la radio que las informaciones caducan con
una facilidad espantosa, y lo que hoy es trending topic, mañana ya no interesa
a nadie.
Quizás deberíamos utilizar esta magia de internet para contagiar calma, que amanse a
las fieras.
Una tregua para
pensar que tenemos que hacer mañana.
Gary Small, Gigi Vorgan. “iBrain: Surviving the Technological Alteration of Modern Mind”. New York, Collins, 2008.
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